Para vivir hay que ser valiente, las mejores cosas valen la
pena… eso que nos parece que es lo mejor, lo que desde niño anhelas porque te
lo dice tu niñera, porque lo ves en la tele o porque se te ocurrió.
El amor es esa entidad que me hace cuestionarme día tras
día, es una multientidad que nos ata a la vida, por el lado amable o porque nos
condena. O porque, así como esas amigas que no entiendes, cuando quiere te
sonríe y en un cambio de humor, de clima o de hormonas, te patea o te ignora.
O depende del lugar, del objeto
y la persona
Hay quienes dicen que ese
presente que está en el futuro ya está hecho, pero aún no vamos a él. También
me detengo mucho a pensar en eso, y mi conclusión personal es que lo que nos da
esa condición de estar vivos es la naturaleza y las leyes que rigen su orden,
sus ciclos, sus patrones, o la ausencia de ellos. La incertidumbre excitante es
intrínseca a nuestro ser.
Y bueno, me enamoré. No sé si un instante o unos meses, o algunas
veces desde hace años.
Casi todo el tiempo tuve miedo, y
Soy muy tibia, indecisa, fácil para las cosas superfluas y
difícil para las otras, y bueno eso les caga a mis dates, eso se caga en mis
relaciones y por ultimo me cago en tantas historias frustradas
Como dijo María Daniela, “no soy el tipo de chica que llora,
(…) no soy el tipo de chica que dice cosas dulces…“ y toda esa canción, siempre
es mi canción, porque siempre alguien me gusta y me emociona y me motiva la
adrenalina que me intoxica, que me hace saltar desde dentro, que me da cuerda
para bailar y cantar y sonreír
Cuántas veces he llorado, como unas 7, sin poder contenerme,
lo que es un poco novedad en mi vida, pero es bonito porque “siento” y sentir
es otro placer.
Extraño todo, tanto que varias veces cierro los ojos y
quisiera al abrirlos estar a su lado.
El primer día, sentí que había tocado el cielo, o más que
eso. No estuve en este mundo, lo olvidé por no sé cuánto tiempo y sentí esa
felicidad que he vivido pocas veces en la vida, sentí muchas cosas a la vez.
Después, lo mismo de siempre. Aprovechar el momento y ya
pasó, gracias vida por esto. Aunque en el fondo hay una fuente que quiere más y
más. Y se concedió, la mágica respuesta de que esto seguiría, que es un eco de
la primera emoción. De qué forma seguiría, no sé, así como empezó, como algo único
y bello porque es indefinido.
Y qué puedo decir, la magia duró dos meses, en los que
crecía con tanta fuerza que parecía que no iba a terminar, a la vez que mi
mundo giró ciento ochenta grados y llegué a un nivel de amor que no conocía y
que idóneamente sucedió así, tan normal para mí. Mi mente y mi mundo estaban
trastornados en esa esfera de paja que giraba y crecía sin parar.
Entonces de esa energía maravillosa, llegó. La personita que
acabó de darle la vuelta a todo. En las condiciones más adversamente perfectas.
Finalmente lo más difícil es lo que valoras y vale la pena.
Fue un embarazo hermoso, cada momento, cada cosa nueva, los
disfruté intensamente, como morder un durazno en medio del campo o de la lluvia
o no sé. De algún modo una bendición.
Y está a mi lado esta criatura que también me ha causado
tantas emociones, de las que rescato 3 momentos: 1 Abrazarlo. Fue hermoso sentirlo,
con todo mi amor. 2 Celos. Solo he sentido celos por algunos gatos
privilegiados y por Él, y puedo aceptar que los celos son enfermos, son ácidos
carcomiendo todo. 3 No lo creo. Que este niño tan hermoso por ahora dependa de
mí y sea mío y sea mi hijo y por ahora es mi vida.
Otro lado de mi corazón está con mi familia, con
incredulidad también, he puesto las manos para recibir toda su ayuda y para
entender su amor.
Termino por donde empecé, ahora mi corazón es como la luna.
Siempre tiene un lado reservado solo para mí pero en estos días ha sentido las
sombras y el frío en él. Y me hace llorar otra y otra vez, sintiendo como esa
energía que un día lo alimentó, escapa por sus grietas como un tóxico
desapercibido y aunque es muy fuerte me consuela saber que es el final de un
dolor que empezó hace mucho tiempo, y que sanará, como todo.